ECOSABANA
Río Bogotá
En proceso de descontaminación y recuperación
Se calcula que en la zona de influencia del río Bogotá vivirán 12 millones de personas para el año 2025 y que se consolidará un clúster empresarial con la llegada de numerosas compañías del sector industrial y prestación de servicios. También se proyecta que en las próximas dos décadas, alrededor de su ronda arribe población joven y de clase media que demandarán un entorno que genere bienestar y seguridad.
En cifras y según el análisis, el desarrollo económico de toda la región del Río Bogotá -desde Villapinzón donde nace su cauce, hasta Girardot donde termina- crecería por lo menos un 12% si se pudieran aprovechar todos los servicios que ofrece la cuenca. La CEPAL, por ejemplo, estima en 57.711 millones de dólares el valor que representan los bienes y servicios que no se pueden aprovechar debido a su actual estado de contaminación.
Por tal razón, desde marzo de 2014, el Consejo de Estado ordenó a la Nación, a las autoridades ambientales y a los alcaldes de los municipios aledaños a la cuenca del Río Bogotá, adelantar acciones necesarias para descontaminar y recuperar el afluente. En este sentido, y en cumplimiento de la sentencia del Consejo de Estado, la Gobernación de Cundinamarca anunció recientemente que se invertirán más de $450 mil millones en acciones que permitan reducir las afectaciones del Río Bogotá. Por su parte, el Ministerio del Ambiente ya radicó en el Congreso el proyecto de ley por el cual se crea la gerencia estratégica de la cuenca hidrográfica del Río Bogotá y el Fondo Común de Cofinanciamiento, para la gestión integral del recurso hídrico en la cuenca hidrográfica del río.
El Ministerio del Ambiente ya radicó en el Congreso el proyecto de ley por el cual se crea la gerencia estratégica de la cuenca hidrográfica del río Bogotá y el Fondo Común de Cofinanciamiento, para la gestión integral del recurso hídrico.
De gran potencial
Son diversos e importantes los bienes y servicios desaprovechados en el río Bogotá. Según el informe, el primer servicio que se desaprovecha del río es el uso del agua para consumo humano y actividades agroindustriales. Aunque en la cuenca alta sería posible, los costos de tratamiento por metro cúbico no son viables para generar una rentabilidad. No pasa lo mismo en la cuenca media y baja, donde no puede haber consumo del agua por sus niveles de toxicidad. Solamente en el último tramo algunos cultivadores lo usan para actividades agropecuarias, pero no es recomendable, señala el estudio.
En segundo lugar, se resalta el potencial turístico de la zona que se afecta por su paisaje poco atractivo, especialmente en la cuenca media y baja donde el color de sus aguas es negro con abundante espuma producto de la contaminación por detergentes.
Por la geografía de su recorrido, la cuenca presenta gran diversidad de climas y ecosistemas que pueden resultar atractivos para caminantes, deportistas, campistas y viajeros; y también se puede convertir en destino de descanso.
En tercer lugar, se destaca la generación de electricidad que, si bien ya se realiza en la cuenca baja, el costo es alto porque la infraestructura tiene un desgaste mayor por los contaminantes químicos, físicos y sólidos con los que diariamente está en contacto.
“Si bien el informe demuestra que existe una mala gestión en la recuperación del río y una pérdida económica considerable, no solo en los recursos que se destinan año tras año sino en los que se dejan de percibir, es importante que el afluente no sea condenado a muerte. Como ecosistema no ha perdido su capacidad natural de recuperación. Exige, eso sí, apoyo técnico y social”, afirma el profesor Jefferson Galeano.
Continuar con las obras técnicas, dar celeridad a la construcción de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales -PTAR- no solo en la ciudad de Bogotá sino en todos los municipios de la cuenca, es una solución que el distrito y las autoridades ambientales podrían iniciar. Pero igualmente importante es cambiar la percepción que tiene la gente acerca del río Bogotá, es decir que dejen de ver el río como una cloaca y empiecen a reconocerlo como potencial aliado que puede ser recuperado para beneficio de todos.
Recuperarlo es posible, y como ejemplo está el proceso de saneamiento del río Sena en París, que a principios del siglo XX tenía el aspecto actual del río Bogotá y hoy en día forma parte de uno de los destinos turísticos más visitados a nivel mundial.