Formar para la vida "Es muy poco lo que se, para lo que debería saber, se aprende para la vida,
La sociedad explora la necesidad de alcanzar mujeres y hombres capaces de comprender y entender la complejidad del ser humano, y a su vez que generen alternativas de solución a la infinidad de conflictos, se hace necesario concebir que se requiere formar para la vida y no para el momento, es buscar que el conocimiento sea tangible y aplicado al contexto real. De ahí lo imperante de tener claro que la formación del individuo se debe realizar bajo un currículo cuya estructura sea el desarrollo social, la adquisición y manejo de competencias socioemocionales, el reconocimiento de los pares y no pares como aporte al constructo de una sociedad más equitativa y tolerante, se debe impulsar al individuo a que por medio del aprendizaje colaborativo, participativo, autónomo pero primordialmente colectivo logre desarrollar su proyecto de vida basado en el adquirir y ampliar habilidades y destrezas del saber, del hacer y el ser, como garante en la consecución de calidad de vida.
La formación para la vida y el desarrollo humano debe estar fundamentado en un currículo educativo, pero la educación no solamente está dado por el conocimiento impartido por el docente, los maestros tan solo somos parte de una metodología interdisciplinaria, pedagógica, lúdica y didáctica que nos convierte en asesores, guías y participes en la construcción de sueños y desarrollo de realidades del educando.
El diseñar e implementar un currículo formativo para toda la vida conlleva a despojar todo tipo de juicios de subjetividad y aceptar que este proceso es responsabilidad de todos, es propender la formación de individuos capaces de desarrollar habilidades intelectuales, morales, éticas, afectivas y demás características propias del ser, que van estrechamente ligadas con la cultura y las normas de convivencia de su entorno, por eso es necesario hacer la invitación a ser partícipe de una posición y un pensamiento convergente que permitan el aporte y la participación de la familia, la academia, el gobierno, la ciencia y tecnología como ejes centrales de una educación de altísima calidad. Y es que cada eje desde su esencia podrá y deberá hacer su aporte para alcanzar una educación altamente competitiva que año tras año genere promociones de educandos capaces de gerenciar, administrar y direccionar el desarrollo integral de la sociedad.
Miguel Pinzón Herrera
Magister en educación
Especialista en docencia Universitaria
Administrador de Empresas
Director de eventos y A&B
